Hola Maiteas ,
Al leer nuestro último boletín, es posible que se haya preguntado cómo ayudaríamos a que la industria de la joyería fuera más justa. Mas guapo ? Mejor ?
Os contaré cómo se produce la extracción de piedras y metales preciosos y luego os explicaré las soluciones que Maïtea ha puesto en marcha para la obtención responsable de cada uno de estos recursos. Porque este es precisamente nuestro tema y el gran drama de la joyería tradicional: las materias primas y las condiciones impensables que acompañan a su extracción.
Empecemos por lo imprescindible: los diamantes .
Las minas de diamantes tienen un impacto medioambiental muy fuerte.
Para extraer diamantes, estas minas producen altísimas emisiones de carbono. Utilizan grandes cantidades de agua y energía, generan muchos residuos, deforestación y son el origen de los mayores agujeros del planeta.
Para obtener 1 quilate de diamante debemos extraer 250 toneladas de residuos mineros, ¡el peso de 4 aviones!
Desde el punto de vista humano, la extracción se realiza en condiciones laborales miserables y genera numerosos accidentes.
Los “diamantes de sangre”, que financian guerras civiles, son la causa de numerosas atrocidades y siguen existiendo a pesar de los esfuerzos del sector de los diamantes. No debemos ocultarlo: el comercio de diamantes sigue financiando con demasiada frecuencia economías paralelas dudosas y peligrosas.
¿Qué solución damos? ¡El uso de diamantes reciclados! Hemos establecido una colaboración con un taller artesanal que se reconoce en los valores de Maïtea y ha aceptado crear expresamente para nosotros, para ustedes, las Maïteas, un nuevo canal de reciclaje de diamantes tallados en joyas de joyeros de todo el mundo. .
Esta elección ciertamente restringe las posibilidades de diseño de nuestras piezas porque debemos adaptarnos a los tamaños de los diamantes disponibles, pero es una decisión real de no contribuir a la explotación del planeta y de las vidas humanas.
En mi próxima newsletter os hablaré sobre el oro y las piedras preciosas.
¡Estad atentos mis queridas Maïteas !
Besos,
patricia