Place Vendôme pourquoi la transformation est-elle inévitable ? Tribune Patricia Pereda, Fondatrice de Rosa Maïtea

Place Vendôme ¿por qué la transformación es inevitable? Tribuna Patricia Pereda, fundadora de Rosa Maïtea

El RJC, Consejo de Joyería Responsable, activo desde hace más de 15 años, ha creado un verdadero impulso en la transformación ética del sector de la joyería. El tema ahora es conocido por todos: las condiciones de extracción de metales preciosos, diamantes y piedras preciosas son inaceptables desde el punto de vista social. Trabajos forzosos, esclavitud moderna por parte de gobiernos sin escrúpulos, destrucción del medio ambiente... las deficiencias del sector son numerosas. Desde la fundación del RJC en 2005 y el estreno de la película Blood Diamond un año después, las cosas han evolucionado considerablemente. ¿Qué camino queda por recorrer para “limpiar” la profesión? ¿Es el RJC la palanca adecuada y puede iniciar el movimiento fundamental necesario para esta transformación?

El RJC, una organización sin fines de lucro, tiene como objetivo promover prácticas responsables mediante la implementación de políticas corporativas que respeten las cuestiones éticas, sociales y ambientales. Extremadamente bien estructurado, el actor entrega una certificación que cubre toda la cadena, desde la extracción hasta la fabricación, y garantiza que los actores certificados y sus socios actúen respetando los derechos humanos y ambientales. Hoy, el RJC cuenta con más de 300 empresas certificadas en el sector y más de 700 proveedores involucrados. Un auténtico paso adelante desde el punto de vista de la RSE si tenemos en cuenta que antes de los años 2000 simplemente no existía nada.

La creación de esta certificación se produjo al principio de la revolución del consumo responsable. Impulsadas por esta dinámica, cada vez más casas importantes han jugado la carta de la ética. El punto central de su transformación hoy reside en el origen del oro. En cuanto al origen de los diamantes, la situación es más “opaca”. En el caso de las piedras finas, todo está por hacer. Las razones de esta “opacidad persistente” son múltiples. Un número creciente de intermediarios, dificultades para obtener volumen de los productores y proveedores etiquetados, intereses económicos, las causas son innumerables.

Las nuevas generaciones exigen transparencia. Quienes hoy representan una pequeña porción de los consumidores, los millennials y el público involucrado en temas de RSE, serán mayoría en el corto y mediano plazo. Por lo tanto, las marcas ya no tienen otra opción y se ven obligadas a participar en esta transformación virtuosa. Su verdadero desafío reside en las condiciones de esta transformación. Cuanto más grande es una empresa, más sufre su inercia. Ésta es la lógica del transatlántico. Para dar un giro, es necesario planificar con antelación. Paralelamente a este punto surge el tema de la cultura corporativa. No podemos improvisar en la transformación de la RSE. Es un saber hacer, una habilidad que actualmente sigue estando poco presente entre los responsables y los ejecutivos del mundo de la joyería.

Es importante señalar que varias organizaciones no gubernamentales se han interesado por las empresas etiquetadas por el RJC. Su objetivo, identificar si estas certificaciones podrían ser una imagen de fachada. Esto es particularmente lo que la asociación Human Rights Watch planteó en noviembre de 2020 con su informe Sparkling Jewels, Opaque Supply Chains [i] . Este estudio plantea dos preguntas: ¿cuál es la probidad real de los actores clave del sector? Y desde otra perspectiva, ¿están estas empresas bien equipadas para emprender una transformación RSC de su actividad?

El objetivo no es repartir puntos buenos y malos. Lo que importa hoy se basa en tres elementos determinantes para la transformación ética del sector. En primer lugar, es importante garantizar que el público en general conozca claramente las condiciones para la extracción de materias primas. Ya no es posible “mirar para otro lado”. Por lo tanto, los actores de la joyería deben continuar con sus iniciativas de RSE denunciando prácticas inaceptables para forzar la transformación ética de la profesión.

En segundo lugar, es necesario que las marcas lleven a cabo acciones concretas en beneficio de las poblaciones más vulnerables involucradas en la producción y transformación de recursos. Acciones concretas significan la implementación de acciones y programas de ayuda tangibles e identificables.

Por último, corresponde a los actores de la nueva generación de marcas 100% éticas unirse en torno a una acción común. Esto es para que estén coordinados y, por lo tanto, más fuertes para promover la aceleración de esta transformación de la RSE. Estas minorías son activas y tienen una capacidad de formación que es hasta hoy su bien más preciado.

[yo] https://www.hrw.org/report/2020/11/24/sparkling-jewels-opaque-supply-chains/jewelry-companies-changing-sourcing

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